El sello de FOMENTO DEL SURESTE impregna todos y cada unos de los proyectos de esta empresa almeriense del sector de la promoción inmobiliaria, una actividad nacida hace más de 40 años de la mano del que durante todo este tiempo ha sido su presidente y su “alma máter”, Andrés Montiel Manjón, emprendedor y comprometido con una forma de construir que apuesta no sólo por levantar viviendas, sino por construir hogares para los almerienses, en definitiva, hacer ciudad.
Probablemente la diferencia más notable con respecto a otras empresas del sector es que Fomento del Sureste no se contenta con la construcción de viviendas comunes, sino que se dedica casi en exclusiva a las viviendas de gran formato, tanto por tamaño como por equipamientos, pero sobre todo porque trata de adaptarse en cada momento a las demandas de los compradores.
Andrés Montiel Morata, hijo del fundador y actual director, es tajante al afirmar que en una actividad como la de la construcción de viviendas las empresas deben tener esa vocación y adaptarse a las necesidades de sus clientes, y no al revés, y entiende que cuando una persona o una familia se plantea adquirir su casa, ha de ser exigente y apostar por la calidad y el servicio porque al fina y al cabo se trata de la gran inversión en la vida de la mayor parte de los ciudadanos, algo que harán una o dos veces a lo largo de su vida, y una decisión de la que dependerá su bienestar y el de su familia por muchos años.
Zonas adecuadas
Por esa razón las dos empresas que conforman el grupo, Fomento del Sureste, S.A. y Gestión Urbanística del Sureste S.L., priorizan cuestiones esenciales como el lugar en que se desarrollan sus promociones, siempre zonas de alto nivel de equipamientos públicos y privados y en las que es previsible una mayor revalorización con el paso del tiempo, o el tamaño de las viviendas que, salvo en algunos casos aislados, son viviendas unifamiliares con una superficie que está por encima de los 220 metros cuadrados.
Áreas urbanas como la Vega de Acá o la urbanización Villablanca, en la capital, o las que promociona en Aguadulce Sur, son alguna de las ubicaciones en las que Fomento del Sureste levanta sus promociones. Su mercado se basa especialmente en aquellas personas que ya disponen de una vivienda, pero quieren mejorar sus condiciones de vida con otra de mayores proporciones que le provea de mayor nivel en su validad de vida.
Para hacerlo posible, la empresa pone a su disposición un amplio abanico de servicios y de opciones para facilitar no sólo la compra de su nueva casa, sino también la venta de la anterior, así como las mejores opciones para la financiación de las operaciones con tramitación de créditos en condiciones ventajosas, el pago durante los primeros años de una parte de las hipotecas o la moratoria en los pagos para hacer más llevadera la amortización de las inversiones.
Objetivo irrenunciable
Pero Fomento del Sureste no sólo promueve, construye y vende viviendas grandes, sino que hace efectiva una apuesta por la calidad en las construcciones, en los equipamientos y en los servicios, un fórmula que forma parte su filosofía y de su forma de actuar. En cuanto a la calidad, tanto en los proyectos como en la ejecución de las obras o el uso de materiales nobles, se trata de un objetivo irrenunciable y, de hecho, las diferentes promociones realizadas tienen un sello inconfundible que hace perfectamente reconocibles sus viviendas. Esa solidez ha hecho posible que la empresa almeriense haya podido sobrellevar mejor que la mayoría de sociedades se su sector las situaciones difíciles como la que se registró a principios de la década de los noventa y, en especial, la actual crisis económica. Sus gestores reconocen que les ha afectado de forma importante, pero también señalan que de alguna manera la empresa era consciente de la llegada de esa “crisis del ladrillo” y por ello fue posible anticiparse a ella para sostener el negocio durante los años más difíciles. Y la empresa está, de hecho, preparada para abordar los proyectos que ya se están realizando o que tendrán salida en los próximos años, una previsión que les permitirá la construcción de más de 120 nuevas viviendas entre los municipios de Almería y Roquetas de Mar. Más a largo plazo, Fomento del Sureste dispone de una provisión de solares suficiente como para abordar proyectos para la construcción de alrededor de 400 viviendas más, solares que cumplen con la filosofía de la promotora almeriense de gozar de ubicaciones privilegiadas y entornos con todos los servicios.
Baza ganadora
Otra de las diferencias con respecto a otras empresas la constituye el tratamiento personalizado que Fomento del Sureste ofrece a aquellas personas o familias que se acercan para interesarse por alguna de sus promociones. No se trata simplemente de ofrecerles una casa, sino de ponerse a su disposición para que la vivienda se ajuste a todos los requerimientos de los compradores porque la idea no es sólo vender, sino buscar el máximo de satisfacción y cumplir con todos los requisitos que el cliente busca a la hora de abordar una inversión tan importante.
Por esa razón desde la empresa se defiende que a la hora de comprar una vivienda el precio no debe se el único facto a tener en cuenta. De hecho, entiende que vender sólo con el argumento de los precios al final resulta contraproducente porque es importante tener detrás una empresa que responda cuando las cosas van bien y, muy especialmente, cuando surge cualquier problema. De ahí la norma de ofertar en cada una de sus promociones lo que denomina la “calidad total”.
Dentro de esa política comercial, Fomento del Sureste emplea herramientas que van desde el control de calidad en la construcción hasta el refuerzo en los equipamientos. En busca de esa satisfacción entre los compradores, la sociedad almeriense puso en marcha un instrumento novedoso e innovador como es el bautizado como “Confortómetro”, basado en el análisis de una larga serie de parámetros y condiciones que son las que hacen que una familia alcance el máximo nivel de comodidad en el que será su hogar. Un instrumento que valora la disposición de los espacios, las calidades, la situación geográfica, la existencia de equipamiento sen el entorno inmediato, la presencia de luz natural en sus viviendas, las zonas verdes a su disposición, la tranquilidad en la zona de construcción o la propia solidez de las viviendas.
El resultado de esta forma de trabajar es evidente ya que no sólo se ponen a disposición de los clientes casas grandes bien situadas, bien equipadas y con los servicios más completos, sino que al final las viviendas están adaptadas a la forma de vida que buscan los futuros moradores, desde salones más amplios a más baños, habitaciones grandes, despachos o garajes pensados para albergar varios vehículos, si la familia así lo prefiere. Al final, se trata de casa a medida de las demandas de los que las habitarán durante sus vidas.